Los excesos navideños provocan acidez de estómago

Acidez de estómago en Navidad, pero, si yo nunca tengo

En plenas fechas navideñas donde abundan las comidas de empresa, quedadas con viejos amigos, comilonas familiares... prácticamente podemos pasar todo el mes de diciembre y parte de enero comiendo sin control y sin miramientos. Y, aunque muchos no seamos propensos a la acidez de estómago, en estas fechas podemos sufrirlo debido a que estamos ingiriendo comidas más pesadas, con más salsas o mucho más azúcar y nuestro estómago se resiente.

Espaciar las comidas 

Durante estos días, solemos hacer una comida un tanto pesada y a lo mejor optamos por no comer nada más para merendar o cenar. Lo ideal, como en cualquier dieta equilibrada es espaciar las comidas a lo largo del día, equilibrando los nutrientes. Si comemos carne, dulces y tomamos bebidas alcohólicas a la hora de la comida, deberíamos complementarlo con otros alimentos como fruta o verdura para cenar y así equilibrar la c0mida del medio día. Eso sí, comiendo raciones normales, a las que estamos acostumbrados diariamente para no sufrir esa pesadez de estómago y no provocar que nuestro estómago haga un sobresfuerzo.

Masticar bien los alimentos

Masticar bien y comer despacio es una de las claves para que nuestro estómago no se resienta en estas fechas ni a diario. Las personas que comen rápido y casi tragando los alimentos sin masticar son más propensos a sufrir problemas estomacales además de sobrepeso.

Comidas ligeras antes de acostarnos

Es conveniente que pase al menos una hora y media entre que comemos por última vez y nos vamos a dormir. Así la digestión se realiza antes de irnos a dormir y evitamos que la acidez nos suba a la garganta.

Alimentos ricos en grasa y azúcar provocan acidez de estómago

Estas fechas tendemos a cocinar alimentos más grasos y pesados y en nuestras mesas no faltan los tan esperados dulces navideños. No decimos que no podamos comer, pero sí racionar su consumo, ya que el estómago tarda más en digerir este tipo de alimentos, algo que pasa también con el alcohol. Por lo tanto, la digestión se lleva a cabo más lentamente y da lugar a sueño, pesadez y acidez.

Reposar las comidas

Es importante no realizar esfuerzos físicos ni mucho movimiento tras una comida un poco más pesada de lo normal, ya que debemos ayudar a que nuestro estómago trabaje sin complicaciones. Pasada una hora y media, ya podemos realizar cualquier actividad. Por lo tanto, ¿y si aprovechamos este tiempo para una ansiada siestecita al lado de nuestros seres queridos?